martes, 1 de diciembre de 2009

Escuchando nuestro corazón

Muchas veces nuestro corazón nos advierte que debemos cambiar la dirección de nuestra vida, pero nuestra mente, condicionada por las convenciones de la sociedad en que vivimos, nos frena.

Esto sucede con frecuencia en las parejas. Caminamos armoniosamente al lado de nuestro(a) compañero(a) pero después de un tiempo sentimos que nuestro camino a su lado ha terminado. La complicidad, el compartir descubrimientos existenciales y de otros tipos se disipa, pero continuamos en la relación para no herirnos, sin darnos cuenta de que al seguir atados morimos día a día y nos llevamos a la tumba a nuestra pareja.

Con el paso del tiempo y el freno que “nos impone” la sociedad, comenzamos a sentirnos amargados y explotan las ácidas disputas que por lo general nos llevan a un divorcio en que al parecer la meta fuera herir al otro.

Si tomáramos la costumbre de escuchar nuestro corazón, podríamos utilizar la energía perdida en disputas en explorar nuestro interior, conocernos, amarnos…